viernes, 5 de febrero de 2016

Radiografía del Personal Docente e Investigador (PDI) de las universidades públicas españolas



Desde hace algo más de un mes, Universidad, el blog de Studia XXI, viene publicando una serie de entradas de carácter semanal, relacionadas con aspectos diversos de la realidad del PDI en nuestras universidades. Estas noticias han sido agrupadas bajo el título genérico de Radiografía del Personal Docente e Investigador (PDI) de las universidades públicas españolas y se basan en datos aportados por Fernando Tejerina, editor y miembro de Studia XXI.  Hasta el momento se han publicado siete post - el último hoy mismo - con temáticas tan diversas e interesantes como las que resumimos a continuación:

  • El PDI en las universidades públicas españolas:(datos globales y % de mujeres), en el que con tablas extraidas del INE,  Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU) y elaboración propia del autor, se constata la tendencia al alza de la presencia femenina en las universidades, de manera palpable a lo largo de todo el siglo XX. Se apunta incluso la previsión de que aproximadamente en una década la mujer será mayoría en el PDI contratado, supondrá un 50% del profesorado titular y un 30% entre los catedráticos.
  • El PDI en las universidades públicas españolas: (distribución por rango de edad y sexo). En el que se apunta la tendencia alarmante de las dificultades de reemplazo generacional del profesorado. Los datos aportados revelan que el procentaje de PDI en las cohortes de edad más bajas (menores de 30 años y entre 30 y 39 años) es muy reducida (1,5% y 17,7%). Dado que la siguiente cohorte ya se sitúa en el 34,5%, podría ir poduciéndose un alto número de vacantes de difícil cobertura.

  • El PDI en las universidades públicas españolas: condición administrativa y rango de edad). En esta entrada se pone de manifiesto la reducida presencia del profesorado más joven (cohortes de edad que no superen los 40 años) con la condición de funcionarios, apenas 1 de cada 4. Por contra, el 87,3% superan los 50 y el 43% los 60 años. Entre el profesorado contratado, uno de cada tres profesores es menor de 40 años, otro tiene entre 40 y 49 y el tercero es mayor de 50. Este análisis hay que conectarlo con el punto anterior, poniéndose así de manifiesto que la presencia de profesorado se desplaza hacia las edades más elevadas, lo que en palabras del autor: “refuerza el argumento que mencionábamos en las anteriores entradas sobre las dificultades objetivas para asegurar el reemplazo generacional sin menoscabo de la calidad y la  excelencia.”.
  • El PDI en las universidades públicas españolas: (internacionalización y movilidad nacional). Respecto al primer apartado, en 2013-14 la presencia de profesores extranjeros en las universidades públicas españolas se revela como escasa, el 2,1% del total, siendo las Artes y Humanidades las de mayor presencia (4,4%) y Ciencias de la Salud la de menos (0,5%).
    Arquitectura e Ingeniería presentaban un 1,8%. Dado que la presencia de profesores extranjeros se entiende como un factor enriquecedor, se sugiere en el post la necesidad de analizar en profundidad esta situación así como de revertirla fomentando la incorporación.
    Respecto a la movilidad nacional, se aprecia que también es escasa. Más del 72% de los doctores que imparten docencia han defendido su tesis en su universidad de origen y casi el 90% imparten docencia en su comunidad autónoma. En el Reino Unido los profesores que obtienen el grado de doctor en su universidad no alcanzan el 10%, presentando un panorama similar otros países europeos. Aunque la ley vigente valora positivamente la estancia, los resultados no revelan el logro del objetivo.
  • El PDI en las universidades públicas españolas: (la actividad investigadora desde la óptica de los sexenios, globalmente y por ámbitos del saber). Prácticamente el 73% del PDI, en cualquiera de sus categorías, tiene reconocido algún sexenio, siendo la media de 1,87. Por ámbitos del saber son las ciencias puras (87,6%) las que tienen mayor número de docentes con sexenios reconocidos y las ciencias sociales y jurídicas la que menos (62,6%). Ingeniería y Arquitectura presentan un 65,9%. Con relación al número de sexenios posibles, todas las áreas reflejan un amplio camino por recorrer aún. La conclusión que se pone de manifiesto es que la cultura de la investigación es inherente a la universidad actual, pero que la producción científica y técnica tiene aún muchas posibilidades de mejora.
  • El PDI en las universidades públicas españolas: (número máximo posible de sexenios por rango de edad, categoría administrativa y sexo). Directamente conectado con el post anterior, esta entrada analiza la obtención de sexenios haciendo un corte longitudinal por rangos de edad, sexo y categoría administrativa. Las conclusiones generales son que  conforme se avanza en edad, disminuye el número de sexenios reconocidos. Esta generación realizaba investigaciones en condiciones heroicas. Las cohortes  de edades medias (40-49), desarrollaron su actividad en la segunda mitad de los años 80, aprovechando el despegue de nuestro sistema de ciencia y tecnología y desarrollando bastante su actividad investigadora. Las cohortes más jóvenes se incorporan a la actividad en un escenario consolidado consciente de la importancia y necesidad de la investigación.
  • El PDI en las universidades públicas españolas (distribución del PDI y del PDI Doctor por ámbitos del saber). Los datos reflejan que el 72,6 % del PDI de las universidades públicas es doctor; el 39 % de las mujeres y el 61 % de los hombres (el número de mujeres que difienden tesis doctoral no deja de aumentar). Por ramas del saber Ciencias (92.3%) y Artes y Humanidades (84,4%) son las que presentan porcentajes más elevados de doctores. En el extremo opuesto encontramos Arquitectura e Ingeniería (67,9%) y Ciencias de la Salud (64,5%). Para Arquitectura e Ingeniería se sugiere como posible explicación “que la cultura de la investigación no ha sido, por lo general, tan temprana tanto en origen como en intensidad, como en Ciencias y Artes y Humanidades; y, por otra, en su otrora elevado grado de profesionalización y, a la par, escasos estímulos para elaborar la tesis doctoral.

Hasta aquí el resumen de las entradas publicadas hasta el momento y cuya lectura recomendamos. El PDI es uno de los principales grupos de usuarios de nuestras bibliotecas y nos conviene en todo caso conocer un poco mejor su estructura, evolución y necesidades. Todo ello, sin duda, redunda en una mejora del servicio.

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